TECNOLOGÍAS SILVOPASTORILES PARA LA
GANADERÍA BOVINA SUSTENTABLE EN EL TRÓPICO
Introducción
La ganadería bovina convencional emplea tecnologías
poco sostenibles que demandan alta dependencia de insumos externos. Las
prácticas inadecuadas en las unidades de producción (UP) han generado altos
índices de deforestación, destrucción de paisajes, desertificación, degradación
de los recursos naturales, pérdida de biodiversidad y residuos tóxicos de
agroquímicos en el ambiente (Steinfeld et al., 2006; Ibrahim et al., 2010). A pesar de esto, la ganadería bovina tiene una
importancia socioeconómica global relevante. Se estiman 1.3
billones de personas en el mundo involucradas en la actividad, además apoya
directamente la subsistencia de 600 millones de pequeños productores en los
países en desarrollo (Herrero et al., 2009). Para el año
2008, existían 392´844,000 cabezas de bovinos en América Latina y el Caribe,
que generaron 17’336,000 t de carne y 75’044,000 t de leche (representando el
25, 28 y 11% del total mundial respectivamente) (FAOSTAT, 2010). Por lo que es necesario mejorar estos
sistemas de producción promoviendo buenas prácticas ganaderas (BPG) que permitan
sostener la producción de leche y carne y a la par generar beneficios sociales
y ambientales.
En
este documento se concibe a la ganadería bovina sustentable (GBS) como “el conjunto de prácticas y tecnologías apropiadas de manejo
en el ganado bovino, que contribuyen a la productividad permanente del rancho,
a partir del uso racional de los recursos naturales que sustentan la actividad.
Esta forma de producción contribuye a reducir la emisión de gases de efecto
invernadero (GEI) y además propicia agroecosistemas ganaderos resilientes a los
efectos del cambio climático global. En este sentido, el propósito de este
escrito es exponer tecnologías mínimas necesarias que deben
incorporarse en la UP para transitar hacia una GBS y que cubren gran parte de
los requerimientos de la Norma Sostenible para Sistemas de Producción Ganadera
(NSSPG) que regula la Red de Agricultura Sostenible.
Norma Sostenible para Sistemas de Producción Ganadera
Esta
norma rige la certificación de la ganadería bovina en ambientes tropicales, y
su aplicación cubre prácticas sustentables de la ganadería en África, Asia, Oceanía
y Latinoamérica dentro de regiones climáticas donde es posible la ganadería
semi-estabulada y a campo abierto. Los principios fundamentales de esta norma
son: 1) Sistema de manejo integrado de ganado bovino, 2) Manejo sustentable de
pasturas, 3) Bienestar animal, 4) Reducción de la huella de carbono y 5)
Requisitos ambientales adicionales para fincas ganaderas (SAN, 2010).
Las
prácticas que se realicen bajo estos principios contribuirán a la productividad
y generación de beneficios sociales y servicios ambientales dentro y fuera de
la finca (Ibrahim et al., 2010; Villanueva et al., 2010). Esto permitiría que cada UP se
enlace a otras para lograr la sustentabilidad regional. Para ello se proponen
algunas tecnologías silvopastoriles (cercas vivas, árboles en potreros y bancos
forrajeros) y otras de apoyo a la GBS (pastoreo rotacional y uso de
biodigestor); que en conjunto integran un sistema de producción sustentable, propiciando
un funcionamiento circular en donde el propio sistema se autorregula, como lo
sugieren los enfoques sistémicos o integrales (Senra et al., 2005). Con esto se
obtienen los siguientes resultados:
1. Se previene la degradación de las pasturas
considerando cantidad y calidad.
2. Se
reducen emisiones de metano (CH4)
al mejorar la digestibilidad del forraje.
3. Se
provee suplemento proteico
local al ganado para mayor producción.
4. Se utiliza energía renovable como el biogás,
biofertilizante y solar en el rancho.
5. Se
protegen ecosistemas
acuáticos y terrestres del daño que pueda causar el ganado.
Tecnologías silvopastoriles para la ganadería bovina sustentable
Cercas vivas (CV)
Las
CV ofrecen beneficios a nivel de finca y generan servicios ambientales (cuadro 1).
Una cerca viva se establece mediante la plantación de grandes estacas, que
fácilmente producen raíces y en la que varios hilos de alambre están conectados
con el propósito de mantener el ganado dentro o fuera (Harvey et al., 2005). Las CV se han
establecido tradicionalmente por el productor, aunque no de manera sistemática.
Las
especies comúnmente establecidas en CV en el trópico de México son: Gliricidia sepium, Bursera simaruba, Sena
atomaria, Spondia mombi, Guazuma ulmifolia, Pithecellobium dulce, Crecentia
alata, Zizypus mexicana, Haematoxylon brasileto, Erythrina americana, entre
otras (Palma, 2005). Para Costa Rica y Nicaragua se
reportan Bursera simaruba, Pachira
quinata, Erythrina costaricensis, Gliricidia sepium, Spondias purpurea, Ficus
werckleana, Guazuma ulmifolia, Tabebuia rosea y Cordia alliodora (Harvey et al., 2005).
Cuadro
1. Beneficios que brindan las cercas vivas en un sistema de ganadería
sustentable.
Para
la finca
|
Ambientales
|
· Tienen
mayor vida útil
· Dividen
los potreros
· Marcan
los linderos de la finca
· Brindan
sombra al ganado
· Producen
madera, postes y leña
· Producen
frutos para el consumo humano
· Fuentes
de forraje y frutos para el ganado
· Incrementan
el valor de la finca
|
· Sirven
como cortafuegos
· Reducen
presión sobre los bosques porque aportan leña y madera
· Mantienen
y mejoran los suelos
· Fijan
carbono
· Conservan
la biodiversidad
· Incrementan
la conectividad del paisaje
· Mejoran
la belleza del paisaje
|
La
elección de las especies dependerá de la función (sombra, forraje, fruto o
madera) que se quiera tener en las CV, y éstas deben ser locales. Se ha
estimado que conforme se transita a una función maderable (Figura 1a), la
rentabilidad es mayor, así también conforme se establecen las CV en sitios con
más calidad de suelo (Relación B/C = 2.33 a 6.69 de mala a buena calidad) (Villanueva et al., 2010). Estos mismos
autores demuestran el potencial económico de las CV para una zona de Costa
Rica, presentando reducción hasta del 73% de los costos de establecimiento y
hasta un 40% para el costo de mantenimiento. Otro beneficio importante de las
CV es la conservación de la biodiversidad y la conectividad del paisaje (Villanueva et al., 2008). Se ha
demostrado que cuando se mejoraron las CV de simple a multiestrato, se
incrementó el número de aves de 45 a 81 especies (Tobar & Ibrahim, 2008).
Árboles dispersos en potreros (ADP)
Este
sistema se origina cuando se deja sin talar algunos árboles maderables,
frutales o de sombra dentro de una pastura, favoreciendo la regeneración
natural de estas especies leñosas. Desde el punto de vista económico el efecto
de la sombra incrementa la producción de leche y carne entre el 10 a 22% en
comparación a potreros sin árboles. Estudios demuestran que la producción de leche varío de 12.75 con
árboles a 11.06 kg vaca-1 día-1 sin árboles, así mismo la
tasa respiratoria varió de 65 a 81 respiraciones por minuto (Villanueva et al.,
2010). La protección y mejoramiento del
suelo (Sánchez et al., 2008), el secuestro
de carbono (Ibrahim et al., 2007) y la reducción
del escurrimiento superficial (Ríos et al., 2006), son otros
beneficios que brindan los ADP.
Las
especies de ADP (Figura 1b) comúnmente encontradas en el trópico de México son:
Brosimum alicastrum, Crecentia alata,
Guazuma ulmifolia, Enterolobium cyclocarpum, Zizypus mexicana, Pithecellobium
dulce, Prosopis juliflora, Ficus padifolia, Haematoxylon brasileto,
Cochlospermun vitifolium, Eysenhardtia polistachia, Acacia farnesiana y Acacia
acatlensis, entre otras (Palma, 2005). Para Costa Rica y Nicaragua se
reportan: Tabebuia rosea, Guazuma
ulmifolia, Cordia alliodora, Acrocomia aculeata, Byrsonima crassifolia,
Tabebuia ochracea, Pachira quinata, Andira inermis, Piscidia carthagenensis,
Acosmium panamensis, Psidium guajava, Pentaclethra macroloba, Citrus sinencis,
Citrus limón, Cocos nucífera, Billia columbiana, Bactris gasipaes, Zanthoxylum
kellermanii, Gliricidia sepium, Cordia dentata, Myrospermun frutescens,
Acrocomia vinífera, Enterolobium cyclocarpum, Swietenia humilis, Samanea saman,
Platymiscium parviflorum, Lonchocarpus minimiflorus y Cordia bicolor. De esta última serie, los usos principales de las
especies son: madera (47.%), leña (26%), forraje para ganado (39.4%) y frutos
para el ganado (33.4%) (Harvey et al., 2011).
Bancos forrajeros
(BF)
Se trata de un sistema de cultivo en el que las
leñosas perennes crecen en bloque compacto y con alta densidad para maximizar
la producción de fitomasa de alta calidad nutritiva. Constituye una alternativa
para intensificar la ganadería en menos área de la finca, incluso para liberar áreas
marginales con mayor vocación para la conservación de los recursos naturales (Villanueva et al., 2010). Los BF (Figura 1c) se originan por la necesidad de
alimentar al ganado durante todo el año, en especial en la época seca, donde se
presenta un mayor estrés alimentario por la escasez de pastos nutritivos. Estos
se clasifican en (Ibrahim,
2012):
1)
Banco de
proteína. Si la especie sembrada tiene más de 15% de proteína cruda.
2)
Banco energético.
Si la forrajera presenta más del 70% de energía digestible.
3)
Banco mixto. Si
la forrajera cumple los dos requisitos anteriores.
Se han reportado experiencias en América tropical
que destacan la buena aceptación de forrajes provenientes de follajes
forestales como los de Gliricida sepium,
Guazuma ulmifolia, Morus alba, Tithonia diversifolia y Leucaena leucocephala entre las especies más importantes (cuadro
2). De acuerdo a las características agronómicas de estas especies, el manejo
que se le puede dar a un BF es de corte y acarreo, ramoneo y ramoneo+pastoreo (Villanueva et al., 2010; Giraldo et al., 2011).
Cuadro
2. Especies leñosas empleadas en BF del trópico de América Latina.
Especie
|
Rango altitudinal
(msnm)
|
Rango de precipitación
(mm año-1)
|
Tipo*
|
Adaptación a suelos
|
Gliricida
sepium
Morus alba L.
Leucaena
leucocephala
Tithonia
diversifolia
|
0 a 1600
0 a 2500
0 a 1600
0 a 2400
|
600 a 3000
1000 a 3000
500 a 3000
800 a >5000
|
BP
BE
BP
BE
|
Suelos livianos y profundos, tolera
acidez moderada.
Suelos fértiles y bien drenados, demanda
fertilización continua.
No soporta suelos ácidos ni mal
drenados. Tolera la sequía.
De neutros a ácidos; de fértiles a muy
pobres.
|
Entre los beneficios generales que brindan los BF
son: 1) favorecen el incremento en la producción de leche entre 10 a 20%, 2)
generan empleo rural cuando los BF son manejados bajo corte y acarreo y 3) Aunque
para la conservación de biodiversidad y fijación de carbono se reportan
resultados de bajo impacto, estos servicios se pueden mejorar diversificando
los BF con otras especies maderables o frutales (Villanueva et al., 2010).
En el mejoramiento de la calidad del suelo, Sánchez et al. (2008) reportaron que la descomposición de la MS tanto del
pasto como de la leguminosa asociados en un BF resulta mayor en comparación a
un pastizal de monocultivo. Los análisis financieros han arrojado un incremento
de la rentabilidad al implementar BF, en el caso de C. argentea + caña de azúcar, se reportó que la inversión en dicha
tecnología es rentable con un VAN y una TIR de US$ 362 ha-1 y 17%. Esto
refleja la importancia de implementar BF de corte y acarreo para alimentar a
vacas de doble propósito en la época seca (Villanueva et al., 2010).
Tecnologías de apoyo a la ganadería sustentable
Se recomienda incorporar tecnologías complementarias
a la UP bovina como el pastoreo rotacional (PR) y el uso de un biodigestor
(BD). El PR consiste en alternar períodos de pastoreo y descanso de la pastura
en un orden preestablecido, éste puede ser la herramienta fundamental para
lograr mayor productividad y el uso racional de los recursos naturales (suelo,
agua y vegetación) en la finca. La eficiencia del PR y su compatibilidad con
las CV, ADP y BF está documentada por Senra et
al. (2005), quienes concluyeron que la ganadería bovina en PR
con suplemento, es más sostenible que en pastoreo continuo sin suplemento.
Aunque el PR es muy eficiente en la distribución
uniforme de heces y orina del ganado en pastoreo (White et al., 2001), cuando existe alta cantidad de excretas en las
áreas de ordeño, es necesario el uso de un BD en la finca, que permita
inactivar la contaminación bacteriológica y transformarlas en biofertilizantes.
El BD es un contenedor que recibe los desechos diarios de una finca, en el que
se fermenta el estiércol mezclado con agua, produciendo biogás rico en metano y
un potente fertilizante natural. Beneficios concretos del BD los reportan Estrada-Álvarez
et al. (2008), quienes encontraron un aumento en el contenido de minerales,
la eliminación total del olor fétido de la excreta y la inactivación de la
actividad microbiana.
Transición del rancho hacia la sustentabilidad
En la Figura 2 se representa la transición de una
ganadería bovina en pastoreo convencional hacia una GBS, al incorporar tecnologías
silvopastoriles y de manejo del pastoreo y excretas. Los resultados de este
proceso los documentan García et al. (2008), quienes evaluaron la introducción de tecnologías
sostenibles en una finca mediante la diversificación pecuaria, agrícola y
forestal; observando cambios cuantitativos y cualitativos positivos en los
indicadores productivos y reproductivos en cuatro años.
Figura 2. Transición de una finca con manejo
convencional hacia una finca sustentable a la que se le ha incorporado
tecnologías como CV, ADP, BF, biodigestor y el pastoreo rotacional. Foto
principal: Adaptado de Villanueva et al.
(2008).
Conclusión
En el contexto de la ganadería bovina actual hay dos
caminos: 1) seguir con la deforestación de áreas para el establecimiento de
pasturas por el hecho de que muchas tierras ya están deterioradas por el uso
convencional, erosionadas y compactadas; propiciando contaminación del aire,
agua y suelo, conduciéndonos a grandes impactos negativos productivos, ambientales
y sociales. O 2) establecer una GBS aplicando un conjunto de prácticas y
tecnologías apropiadas de manejo que contribuyen a la productividad permanente
del rancho, a partir del uso racional de los recursos naturales contribuyendo a
reducir la emisión de GEI, y propiciando agroecosistemas ganaderos resilientes
a los efectos del cambio climático global. Para la primera
alternativa, se recomienda una inercia irresponsable, y para la segunda,
iniciar con un proceso de transición de una finca con manejo convencional hacia
una finca sustentable a la que se le incorporen de forma sinérgica tecnologías
como CV, ADP, BF, biodigestor y pastoreo rotacional.
Literatura citada
Estrada-Álvarez J, Gómez-Londoño G, Jaramillo-Jiménez A.
2008. Efecto del biodigestor plástico de flujo continuo en el tratamiento de
aguas residuales de establos bovinos. vet.zootec. 2 (2): 9.
FAOSTAT. 2010. Statistical yearbook
2010. In: 2010 SDFs (ed.). Rome, Italy.
García AFA, Denis AE, Trujillo MG, Pacheco SDS, Otero M, Pupo
Y, Rodríguez PY. 2008. Modelo de una finca ganadera de producción
diversificada. Zootecnia Trop. 26 (3): 359.
Giraldo J, Sinisterra JA, Murgueitio E. 2011. Árboles y
arbustos forrajeros en policultivos para la producción campesina: Bancos
forrajeros mixtos. LEISA revista de agroecología 27 (2): 15.
Harvey CA, Villanueva C, Esquivel H, Gómez R, Ibrahim M,
Lopez M, Martinez J, Muñoz D, et al.
2011. Conservation value of dispersed tree cover threatened
by pasture management. Forest Ecology and Management 261 (10): 1664.
Harvey CA, Villanueva C, Villacís J,
Chacón M, Muñoz D, López M, Ibrahim M, Gómez R, et al. 2005. Contribution of live fences to the ecological
integrity of agricultural landscapes. Agriculture, Ecosystems & Environment
111 (1): 200.
Herrero M, Thornton PK, Gerber P,
Reid RS. 2009. Livestock, livelihoods and the environment: Understanding the
trade-offs. Current Opinion in Environmental Sustainability 1 (2): 111.
Ibrahim M. 2012. Curso internacional: At-502 sistemas
silvopastoriles. Clases del curso AT-502. CATIE. Turrialba, Costa Rica.
Ibrahim M, Chacón M, Cuartas C, Naranjo J, Ponce G, Vega P,
Casasola F, Rojas J. 2007. Almacenamiento de carbono en el suelo y la biomasa
arbórea en sistemas de usos de la tierra en paisajes ganaderos de colombia,
costa rica y nicaragua. Agroforestería en las Américas 45 (1): 27.
Ibrahim M, Guerra L, Casasola F, Neely C. 2010. Importance of silvopastoral systems for mitigation of climate change and
harnessing of environmental benefits. In:
Abberton M, Conant R,Batello Cs (eds.). Grassland carbon sequestration:
management, policy and economics. Food and Agriculture Organization of the
United Nations. Rome, Italy. p. 338.
Palma JM. 2005. Los árboles en la ganadería del trópico seco.
Avances en Investigación Agropecuaria 9 (1): 1.
Ríos N, Cárdenas AY, Andrade HJ, Ibrahim M, Jiménez F, Sancho
F, Ramírez E, Reyes B, et al. 2006.
Escorrentía superficial e infiltración en sistemas ganaderos convencionales y
silvopastoriles en el trópico subhúmedo de nicaragua y costa rica.
Agroforestería en las Américas 45 (1): 66.
SAN SAN. 2010. Standard for sustainable cattle production
systems. Sustainable Agriculture Network. San José, Costa Rica. p. 15.
Sánchez CS, Crespo LG, Hernández CM, García OY. 2008.
Acumulación y descomposición de la hojarasca en un pastizal de panicum maximun
y en un sistema silvopastoril asociado con leucaena leucocephala. Zootecnia
Trop. 26 (3): 269.
Senra A, Martínez RO, Jordán H, Ruiz T, Reyes JJ, Guevara RV,
Ray JV. 2005. Principios básicos del pastoreo rotacional eficiente y sostenible
para el subtrópico americano. Revista Cubana de Ciencia Agrícola 39 (1): 23.
Steinfeld H, Gerber P, Wassenaar T, Castel V, Rosales M, de
Haan C. 2006. Livestock´s long shadow -
environmental issues and options. Livestock, Environment and Development (LEAD)
- FAO. Rome, Italy.
Tobar LD, Ibrahim M. 2008. Valor de los sistemas
silvopastoriles para conservar la biodiversidad en fincas y paisajes ganaderos
en américa central. 1a ed. CATIE. Turrialba, Costa Rica. 40 pp.
Villanueva C, Ibrahim M, Casasola F. 2008. Valor económico y
ecológico de las cercas vivas en fincas y paisajes ganaderos. Unidad de
comunicación, CATIE ed. CATIE. Turrialba, Costa Rica.
Villanueva C, Ibrahim M, Haensel G. 2010. Producción y
rentabilidad de sistemas silvopastoriles: Estudios de caso en américa central. CATIE. Turrialba, Costa Rica. 78 pp.
White SL, Sheffield RE, Washburn SP,
King LD, Green JT. 2001. Spatial and time distribution of dairy cattle excreta
in an intensive pasture system. J. Environ. Qual. 30 (1): 2180.
No hay comentarios:
Publicar un comentario